Un hombre identificado como Christopher Scholtes, de 38 años, murió el mismo día en que debía comenzar a cumplir una condena por el asesinato de su hija de dos años, tras dejarla en un coche al sol mientras él jugaba videojuegos, bebía alcohol y veía vídeos para adultos.
El fallo de los tribunales investigaba las circunstancias en las que Scholtes dejó a su hija, Parker Scholtes, atrapada en el interior de un vehículo aparcado, con temperaturas en su interior que excedían lo que el cuerpo humano puede soportar.
Los hechos que lo llevaron al juicio
Las autoridades indicaron que la niña permaneció en el coche mientras Scholtes se encontraba en su casa en Arizona, consumiendo alcohol, jugando en su consola y viendo contenido para adultos. Las pruebas mostraron que el vehículo estuvo apagado con el aire acondicionado en algún momento, pero el sistema terminó dejando de funcionar y la temperatura interior alcanzó niveles letales.
Scholtes enfrentaba una posible condena de entre 20 y 30 años de prisión sin libertad condicional por homicidio en segundo grado y abuso intencionado de un menor, tras haber aceptado un acuerdo de culpabilidad.
Su muerte y lo que significa
El deceso de Scholtes ocurre justo cuando debía presentarse para dar inicio a su pena, lo cual añade una capa de ironía trágica al caso. Aunque el motivo exacto de su muerte está siendo investigado — se considera posible suicidio — ya no podrá enfrentar la sentencia impuesta por los tribunales. The Sun
Para la familia de la víctima y la comunidad, esta muerte no alivia el daño causado: la niña —de nombre Parker— ya no tiene voz, y el hecho sigue siendo un recordatorio brutal de la negligencia extrema.
Reflexiones y contexto
Este caso reabre el debate sobre la seguridad de los menores y la responsabilidad parental, especialmente en escenarios donde el adulto antepone sus distracciones al cuidado de un niño. Las autoridades locales y los medios han señalado que los casos de muerte por golpe de calor en vehículos siguen siendo una amenaza silenciosa.
Además plantea interrogantes sobre los protocolos institucionales para detectar patrones de negligencia antes de que se produzcan tragedias irreversibles.
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