Las autoridades británicas confirmaron la muerte de Kyle Bevan, el hombre condenado por asesinar a su hijastra de dos años, en la prisión de alta seguridad HMP Wakefield. Tres reclusos quedaron detenidos mientras la Policía investiga su posible implicación en el crimen.
El crimen que lo llevó a prisión
Bevan mató en 2020 a Lola James, la hija de su pareja, en Haverfordwest, condado de Pembrokeshire. Durante el juicio, los médicos afirmaron que la niña sufrió más de 100 lesiones, incluidas fracturas y heridas cerebrales comparables con un choque de alta velocidad.
Un jurado lo declaró culpable en 2023 y el juez le impuso cadena perpetua con un mínimo de 28 años de prisión. La madre de la niña, Sinead James, también recibió condena por permitir o causar su muerte.
Cómo ocurrió su muerte
El personal penitenciario encontró sin vida a Bevan en su celda el 5 de noviembre de 2025, alrededor de las 8:25 a.m. Los funcionarios alertaron de inmediato a la Policía de West Yorkshire, que trató el caso como homicidio.
Los investigadores detuvieron a tres presos sospechosos del ataque y mantienen bajo custodia la evidencia recogida en la escena. Wakefield Express
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Reacción y consecuencias
El hecho desató nuevas críticas sobre la seguridad dentro de HMP Wakefield, una de las cárceles más seguras del Reino Unido pero también una de las más violentas. Grupos de derechos humanos cuestionaron cómo un reo bajo custodia pudo morir en esas circunstancias, mientras otros señalaron que Bevan había recibido amenazas desde su llegada al penal.
Las autoridades judiciales mantienen abierta la investigación y revisan las cámaras de seguridad para determinar cómo los sospechosos accedieron a la celda del asesino.
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